Existe una alternativa creada ex professo para ti. Te entregaré un plan de ayuda compuesto por imágenes y videos orientado a tus necesidades específicas, lo iremos revisando periódicamente para que puedas avanzar en la dirección que estimemos oportuna.

Para que el Yoga tenga un efecto significativo sobre el organismo, hemos de ser perseverantes en nuestra labor. En este caso deberíamos complementar las clases colectivas con un plan adaptado a tu patología.

Lo primero que necesitamos es aprender a detectar aquellos elementos perjudiciales que nos desbordan en nuestra rutina diaria ¿Qué pensamientos me provocan este estado agitación constante?, ¿Son mis emociones las que causan este conflicto? Una vez localizados, podemos combatir y reorientar aquellos desajustes psicológicos que nos debilitan, hacia una solución constructiva. Utilizando con criterio y precisión las variopintas técnicas yóguicas.

Para que la musculatura actúe con la mayor eficiencia posible, cuatro son los factores a desarrollar: resistencia, flexibilidad, potencia y equilibrio estructural. (1) La práctica de asana no solo aumenta el rango de movilidad de las articulaciones (lo que repercute en un mayor equilibrio estructural), el incremento de la flexibilidad es uno de los elementos más significativos que desencadena la realización de Yoga asana. Sin olvidar que al mantener las posturas en isométrico durante largo tiempo, la musculatura adquiere una resistencia inusitada; a la par, la fuerza prolifera al tener que soportar nuestro peso corporal en muchas de las composiciones corporales. Asimismo, si se complementa con entrenamiento psicológico basado en la atención plena y otras técnicas cognitivas, conseguirás enfrentarte a nuevos retos y progresar en tus objetivos.

(1) Para saber más sobre este tema, véase:

⦁ Joe Puleo, Anatomía del corredor, Tutor, 2013.

⦁ Frank H.Netter, Atlas de anatomía humana, Masson, 2015.